domingo, 10 de abril de 2011

a petición de ely letra y amante

cuentan los indios lakota que por inspiración del gran espíritu una araña les contó hace tiempo el secreto de la vida: atrapar los sueños


en un ir y volver de energías, de verdades mezcladas con engaños, una red a modo de cazamoscas pero con un agujero en su centro atrapa los sueños buenos, las esperanzas, y las salva para conservarlas y hacerlas crecer, y deja que por el agujero huyan las energías malas, el pesimismo y la mentira, y tengo yo una aplicación práctica y real de esta leyenda


mi manera de atrapar los sueños, de dejar que lo malo se vaya y se conserve solo lo bueno, se basa en la ley de la gravedad


en mis momentos de inquietud y de confusión nada me da tanta paz y seguridad como dejarme caer suavemente al suelo de mi casa y quedar ahí tendido, dejando que todo mi cuerpo sea atraído por el suelo, y allí me relajo y espero, y cuando siento que es el momento me levanto y vuelvo a la vida normal, y bien: dios está en la brisa y no en el vendaval en la visión del profeta, y el mismo dios dice que su yugo es ligero y su carga suave, de ahí mi salud y mi sanación: el suelo y la tierra se llevan lo malo, que pesa, queda en mí solo lo bueno, que es ligero como dios, como el yugo de dios


así soy yo como los titanes con los que lucharon los dioses: solo vencieron los dioses cuando hércules sujetó en el aire al titán que cobraba su fuerza de la tierra , y los atrapasueños son como la coleta que le hemos hecho a elena para que el calor la deje dormir, como la madre de wendy que en la novela de barry les ordena la mente a los niños cuando ya se han dormido




que haya sueños, que nos demos cuenta de que el sueño es real, de que solo el sueño bueno ha de ser real, hagamos irreal el sueño malo con la fe en el sentido de lo vivo, en el sentido de nuestro sueño vida, lo único que de verdad creamos y hemos creado, soñado